El té Matcha es mucho más que una bebida; es una joya en la tradición y la cultura japonesa. Su historia se remonta al siglo XII, cuando los monjes Zen lo introdujeron en Japón. A lo largo de los siglos, se convirtió en un componente esencial de la ceremonia del té japonés, un ritual que celebra la paz, la armonía y la espiritualidad.
El cultivo de las hojas de té Matcha se hace a la sombra, lo que aumenta la concentración de clorofila y aminoácidos, lo que le da su color verde intenso y su sabor único. Hoy, el Matcha es apreciado en todo el mundo por sus beneficios para la salud y su sabor exquisito, lo que lo convierte en una verdadera expresión de la belleza de la cultura japonesa.
